Leyenda de la risa y el canto ( leyenda guaraní)
No estaban contentos los pájaros.
No tenían alas poderosas como el águila o el halcón, alas que les permitían
volar hasta perderse en las alturas.
—Siempre corremos peligro —decían los pájaros—. Nosotros siempre
corremos peligro.
Tupá, que los estaba escuchando, les dijo:
—Les daré el don del canto. Podrán hacer una música que ningún ave grande
podrá igualar. Con eso ustedes estarán contentos.
—¡Pero seguiremos corriendo peligro!
—No, porque les daré los árboles y el bosque para que se escondan. Ahí
estarán protegidos.
Y en ese mismo momento los pájaros comenzaron a cantar con los trinos más
hermosos. Con una música que nunca se había escuchado en el mundo.
Los pájaros quedaron contentos
Tupá siguió caminando.
Y vio al hombre escondido en una cueva de donde apenas salía para buscar
alimentos. Caminaba en cuatro patas.
Entonces le ordenó que se pusiera de pie. Y el hombre se paró, pero era torpe
en sus movimientos.
—Te dará una cosa hermosa —le dijo—, te daré la facultad de saltar y bailar.
Y los hombres pudieron saltar y bailar, pero desde los árboles los monos.comenzaron a burlarse.
—Se burlan de nosotros. Nos imitan y se burlan —protestaron los hombres.
—No importa —dijo Tupá—, desde ahora ustedes podrán reírse de ellos.
Y les dio a los hombres el poder de la risa. Eso los iba a distinguir de todos los
otros seres vivientes.Los hombres saltaron, bailaron y se rieron, pero de pronto
escucharon algo desconocido y se quedaron quietos, en silencio.
Con asombro escucharon el canto de los pájaros. Un bellísimo canto que se
oía por primera vez.
—También queremos cantar —dijeron los hombres—, queremos cantar como
los pájaros.
—Eso es bueno —dijo Tupá, concediéndoles el pedido.
Desde entonces los hombres cantan y ríen y saltan y bailan. Y no viven más
agachados en oscuras cuevas.
No siempre pueden.
Pero cada vez que pueden cantan y ríen y saltan y bailan.
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